Viernes, 29 de Marzo 2024
Viernes, 12 de Febrero del 2021

El peronismo tiene el caballo del comisario, ¿tiene el jinete?

En el Municipio dicen que no tienen definido el candidato que los representará en los comicios de este año, pero ya saben que apuntarán a plebiscitar la gestión de Santacroce.

por Vanesa Fresno

Sol, calor, pileta. Enero suele ser un mes tranquilo para la rosca, pero con el parate por la pandemia y un año electoral por delante el de este año es la excepción: la temperatura también sube en la política. Con la oposición intentando recuperar la iniciativa y a la espera de una definición de las estructuras superiores que ordene (o no) un frente de frentes, el peronismo encara un cierre de listas como gobierno de la ciudad tras una larga marcha por el llano que comenzó en 2003, donde comandado por el entonces intendente Juan Miguez perdió la ciudad a manos de la UCR de Juvenal Rímini. Para las elecciones de medio termino, entonces, el caballo del comisario vuelve a ser peronista, pero el problema es que todavía no está claro quién será el jinete.


El poder aglutina y organiza al peronismo, eso es sabido. “Ahora hay un jefe político”, resumen desde el Municipio, haciendo una obvia referencia al intendente Roly Santacroce, que tiene la lapicera más pesada para definir estas cuestiones dentro del justicialismo. Por eso, la chance de que haya una interna no parece probable y, por el contrario, suben las acciones de la unidad. Sin embargo, en el oficialismo se encargan de aclarar que “es democracia, cualquier compañero puede presentar su lista” y muestran cómo credencial que Santacroce “siempre que fue candidato fue a una interna”. Con este escenario, la suspensión de las PASO por única vez que varios sectores impulsan tanto a nivel nacional como provincial causa mucho más nervios en la oposición, que se quedaría sin una eventual herramienta ordenadora de un gran frente de frentes, que en el oficialismo, que consigue así una garantía de unidad y a la vez le complica el armado a sus rivales. 


Cuando se le pregunta a quienes ocupan los despachos importantes de Angelomé y Santa Fe quién va a encabezar la lista peronista, la respuesta es la misma: “no sabemos, estamos muy ocupados en la gestión como para pensar en eso cuando todavía ni se sabe la fecha del cierre de listas”. A pesar de esa declaración políticamente correcta, un funcionario peronista de primera línea adelantó lo que será la línea discursiva del oficialismo en las elecciones: “este año la gente va a elegir si quiere volver a lo de antes o continuar con lo que estamos haciendo, con el plan de obras más ambicioso de los últimos años”. Traducción: se buscará plebiscitar la gestión, por lo que se puede inferir que el intendente Santacroce estará más que presente durante la campaña electoral. Al fin y al cabo, es su gestión. 


Lo que parece la asunción de un desafío es también una forma de esconder la debilidad más importante que tiene el peronismo en la ciudad: Funes es una ciudad de clase media mayormente antiperonista. En las últimas elecciones, por ejemplo, Santacroce ganó por escasos tres puntos (unos 550 votos) y la suma de los votos opositores (Frente Progresista + PRO + Unidad Popular) duplicaron con margen su rendimiento electoral. En la elección a concejal la situación fue más palmaria aún: el candidato peronista Edgardo Frattini salió tercero. Incluso en las elecciones nacionales, donde el peronismo arrasó y recuperó la presidencia, en Funes cosechó más votos la fórmula encabezada por Mauricio Macri. En una ciudad históricamente adversa al peronismo y con un gobierno peronista nacional y provincial criticado, municipalizar la elección e intentar que el debate se centre en la gestión local es hasta lógico y razonable.


Con ese panorama, decíamos, el peronismo tiene que encontrarle un jinete al caballo del comisario, tarea complicada por la falta de figuras dentro del peronismo con el nivel de conocimiento entre los funenses y el peso electoral de Santacroce. Uno de los que quiere ocupar ese lugar es el actual concejal Hernán Fillippone. Acompañó al actual intendente como segundo en la lista en 2017 y cuando este ganó la ciudad accedió a reemplazarlo hasta la finalización del mandato, cosa que sucede este año. Tiene como contra que su candidatura necesitaría de un fuerte apuntalamiento por parte de Santacroce, ya que son sus primeras experiencias y no tiene un alto nivel de conocimiento en el electorado, pero en el Municipio valoran su labor en el Concejo, su voluntad de trabajo y que no le debe lealtad a ninguna otra tribu peronista. A priori, es de los que más chances tienen. 


El resto de los nombres que se manejan para representar al peronismo en las elecciones de este año hay que buscarlos en el elenco de funcionarios municipales. Por ejemplo, nadie se anima a descartar que Nacho Leishner, secretario privado del intendente, pegue un salto a los primeros planos. Originario del Movimiento Evita, se animó a enfrentar al propio Santacroce en 2017 y perdió esa interna, pero acompañó durante los años subsiguientes y se ganó la confianza del intendente, quien le confío uno de los puestos de más alto voltaje dentro de la Municipalidad e incluso fue el encargado de dar la respuesta oficial a ciertos embates de la oposición, levantando su perfil. Como activo, además, puede exhibir su juventud, algo que calza muy bien con el discurso de Santacroce, quien hace tiempo repite que es momento de una nueva camada de dirigentes políticos.


Esa nueva camada también la puede representar el secretario de gobierno, Martín Papini. Si bien es más experimentado y ya tuvo participación en elecciones como candidato a concejal en 2007 y 2011, lo cierto es que accedió a las primeras planas de la política local recién hace poco más de un año como mano derecha de Santacroce. En tan poco tiempo, a pesar de su rol de alto perfil, todavía no tiene un nivel de conocimiento en la ciudad que fuerce su candidatura, pero más de uno lo ve como un heredero, seducidos por su formación (es abogado) y por sus aires renovadores. No sería extraño, entonces, que el oficialismo decida tirarlo a la cancha para ir fogueando su imagen de cara a futuras elecciones. Sin embargo, para su candidatura es necesario sopesar las consecuencias: su eventual partida al poder legislativo dejaría un hueco en la secretaría de gobierno que no le sería fácil de rellenar al intendente.      


No escapa a los pronósticos que en esta elección entrará a jugar la nueva ley de paridad, que obliga a que las listas estén compuestas por hombres y mujeres en iguales proporciones. Por eso, una pista escueta que dan en el Municipio es que “hay algunas mujeres también”, pero no dan nombres. En un repaso por las candidatas peronistas en elecciones anteriores y que tuvieron o tienen un rol preponderante en la gestión actual surgen Gina Chiavarino, quien representa al kirchnerismo más duro en la ciudad y fue secretaria de género y derechos humanos durante el primer año de Santacroce hasta su renuncia en 2020, y Jenny Grynblat, actual coordinadora municipal de cultura y ex candidata a concejal en una de las listas que apoyó al intendente en las últimas elecciones. Sin embargo, una fuente municipal mencionó una tapada que ya estuvo en los planes de otras fuerzas en años anteriores y que no es funcionaria, pero tiene ascendencia sobre el área de salud animal de la Municipalidad.  


A pesar de querer sangre nueva entre las filas peronistas, el oficialismo tiene un plan b en el caso de que los números de las encuestas no cierren. Y se llama Juan Héctor Miguez. El ex intendente es la persona que más años fue concejal desde que Funes es ciudad y es la única figura del oficialismo que le compite a Santacroce en términos de conocimiento. Viejo cacique, puede asegurar un jugoso caudal de votos si se le complica el panorama al peronismo sin pagar grandes costos en la gestión ya que, aunque ocupa el cargo de jefe de gabinete, en la práctica se encarga de temas puntuales y en general es un asesor o consejero del resto del gabinete, un rol que puede seguir cumpliendo desde el Concejo. En menor medida, también puede aportar experiencia el subsecretario de medio ambiente, bromatología y salud animal Federico Estella, pero parece más entusiasmado por seguir en su función ejecutiva en lugar de volver al Concejo, donde se desempeñó durante más de una década.


Falta menos de un año para las elecciones y la incógnita de quién encabezará la lista del peronismo no tardará en revelarse. Como si ya no fuese tensa, a la disputa le falta un detalle: ninguna fuente oficialista se anima a asegurar que Santacroce irá por la reelección como intendente. En ese contexto, quien sea el candidato de la unidad peronista en los comicios legislativos puede ilusionarse con sucederlo al frente de la Municipalidad en dos años. Quizás, entonces, la disputa no solo sea por quién será el jinete que correrá con el caballo del comisario, sino también por quién, en el futuro, será el dueño. 

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