Viernes, 19 de Abril 2024
Jueves, 10 de Septiembre del 2020

Una mujer para el aeropuerto

El aeropuerto "Islas Malvinas" lleva su nombre un merecido homenaje a los héroes de aquella guerra. Y es más que merecido. Pero nos preguntamos, ¿no será hora de cambiar su nombre?

Sin dudas que cuando se decidió nombrar “Islas Malvinas” al aeropuerto internacional Rosario se creó un merecido homenaje a nuestras queridas islas, reafirmando la soberanía sobre nuestro reclamado territorio y permitiendo el recuerdo permanente para que la causa Malvinas no se abandone jamás al olvido. 

Es por eso que no podemos decir que tal denominación es incorrecta, muy por el contrario, es un nombre que todos sentimos y es parte de nuestra argentinidad. Pero si, podemos permitirnos debatir si no había otra designación que se ajustara mejor a nuestra terminal aérea y sobre todo a la identidad rosarina.

Existen varias razones para pensar en cambiarlo, la primera que surge es que “Islas Malvinas” responde a una identidad nacional, no representa específicamente a nuestra ciudad. Existen además innumerables barrios, calles, plazas, partidos y escuelas a lo largo y ancho del país que las recuerdan, incluso hasta hay un aeropuerto, Ushuaia asignó el nombre “Malvinas Argentinas” a su terminal, lo que podría traer algunas confusiones.

Basta un rápido vistazo a los nombres de los aeropuertos en todo el mundo para notar que todos realzan la identidad del lugar, o se los llama como la ciudad o zona que los contiene, o representan a un personaje que sin duda está estrechamente ligado al sentir local o también responden a alguien que posibilitó un reconocido avance en la aviación. Así, Charles de Gaulle, JFK, Leonardo Da Vinci, Barajas, Ministro Pistarini (Ezeiza), Jorge Newbery (Aeroparque) son denominaciones que apenas escuchadas son asociadas con una ciudad del mundo y su aeropuerto.

Es mi intención poner en debate este tema, tal vez haya un nombre que sea más ajustado a Rosario y que además sea exclusivo, permitiendo una asociación inmediata. De esa forma estaríamos acordes a la costumbre aeroportuaria, así como el aeródromo de Tucumán se llama “Teniente Benjamín Matienzo” (Pionero aeronáutico tucumano, piloto) o el de Córdoba “Ingeniero Taravella” (precursor aeronáutico, Ingeniero), Rosario se merece contar con un nombre que lo identifique exclusiva y cabalmente. 

A modo de ejemplo voy a mencionar tres nombres posibles que encajan con lo expresado hasta aquí. Sin que el orden de mención signifique prioridad alguna creo que “Teniente Alfredo Jorge Alberto Vázquez” sería un gran nombre para nuestro aeropuerto. Piloto, héroe de Malvinas, fallecido en el ataque aéreo a Bahía Agradable y otorgando la Nación Argentina por esa acción la medalla al valor en combate. Si bien el joven de barrio Cura cuenta con una plazoleta en su honor en Bv. 27 de febrero y Moreno, no alcanza para dimensionar la epopeya de este piloto rosarino que ofrendo su vida justamente en las islas. El aeropuerto de Chicago, optó también por un piloto fallecido en combate y condecorado, Edward “Butch” O’Hare y su historia, adosada a un busto que lo recuerda, se encuentra en el hall del edificio aeroportuario.

Otra denominación acertada seria “Alfredo J Rouillón”, verdadero precursor de la aviación rosarina y pionero aeronáutico, fundador del Aeroclub Rosario y primer presidente de la comisión directiva. Gracias a su incansable impulso y tesón, ya en 1920 Rosario contaba con su primer aeródromo y recibía a instructores de vuelo europeos, así como a grandes figuras de la aviación de la época. Al mudarse el aeródromo en 1927 adonde esta hoy la terminal aérea rosarina, Rouillón fue el responsable de las gestiones que culminaron en la elección del terreno en la ciudad de Funes. El Escribano Marcelo W. Miranda, especialista en temas aeronáuticos y amigo, propuso con acierto este nombre en una nota publicada en el “La Capital”.

Dejo para el final mi nombre elegido, donde dejo mi voto, por original y porque hace justicia con una gran mujer rosarina.  “Amalia Celia Figueredo” es sin duda la gran figura aeronáutica y el aeropuerto internacional Rosario debería llevar su nombre por muchísimas razones, algunas de ellas expondré seguidamente. Nacida en Rosario en 1895, Amalia fue la primera mujer en obtener la licencia de piloto en Sudamérica y una pionera mundial. A pesar de un primer intento fallido con un accidente, según cuentan le habían aflojado los tensores de su aparato intencionalmente, el primero de octubre de 1914 intenta nuevamente y obtiene en el Aeroclub Argentino de Buenos Aires su brevet de piloto.

No era fácil para una mujer en aquellos años conseguir semejante logro, sin embargo, Amalia luchó y rompió con los prejuicios impuestos. Luego llegaron los homenajes y honores, Presidenta del Aeroclub Femenino de la Argentina, fue designada Socia honoraria del Círculo Militar de Aeronáutica, Aviadora Militar "Honoris Causa", Aviadora Civil Uruguaya, "Orden del Mérito" con el grado de Gran Oficial de Brasil, título de Precursora de la Aeronáutica Argentina y Capitán de Reserva de la Fuerza Aérea Argentina.

Amalia Celia Figueredo murió en 1985 y no muchos rosarinos conocen su historia, es hora que se haga un justo homenaje, no he encontrado aeropuertos con nombre de mujer en Sudamérica y hay muy pocos en el mundo, un pequeño aeródromo de la ciudad donde nació la gran Amelia Earhart lleva su nombre y el aeropuerto de Tenerife se llama Reina Sofía. esta sería una razón más para tal distinción, pero sin dudas el fundamento más importante para que el Aeropuerto Internacional Rosario lleve su nombre es dejar plasmado el reconocimiento a una mujer valiente que abrió caminos con su lucha desigual, sobreponiéndose a la adversidad, dejando marcado el camino para las mujeres que hoy siguen reivindicando sus derechos día tras día.

Tal vez algunos recojan el guante y se sumen al debate, Rosario merece reafirmar su identidad, conservar su rica historia aeronáutica y exponerla con toda su dimensión denominando al Aeropuerto Internacional Rosario “Amalia Celia Figueredo”, primera mujer que voló en Sudamérica. 

Julio E. Di Giuseppe es abogado, especialista en Derecho Aeronáutico

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